Un acceso
equitativo al sistema de enseñanza es importante para alcanzar una sociedad más
igualitaria: que sea el talento y la disposición personal lo que prediga el
éxito, y no cómo eran nuestros padres o dónde vivimos. Por ello resulta de interés
el estudio de las tasas de movilidad intergeneracional: ellas nos permiten conocer
cómo ha cambiado a lo largo del tiempo la influencia de las características del
hogar de origen sobre el logro educativo y laboral de las personas. En el
cuadro que acompaña este post mostramos las tasas de movilidad ascendente en
educación, comparando los resultados del Proyecto Pobreza en los años 1998 y
2008.
Estas tasas
resultan de comparar el nivel educativo de los entrevistados (hombres y mujeres
mayores de 18 años) con el máximo nivel educativo alcanzado por sus padres. La
movilidad intergeneracional ascendente se registra cuando el entrevistado
obtuvo en esta comparación un nivel mayor
que ellos. Al comparar este indicador en las dos rondas de encuesta, encontramos
que la movilidad educativa ha aumentado en el período 1998-2008, lo cual da
cuenta del incremento del logro educativo de la población en su conjunto, que
hemos tratado en otro post
utilizando la Encuesta de Hogares por Muestro para describir las diferencias en
el logro educativo de los jóvenes. En
nuestros datos encontramos, al igual que en las fuentes oficiales, que en el
último decenio las mujeres han obtenido un mayor incremento de su logro
educativo en comparación con los hombres.
Al comparar
los resultados de ambos años, resalta positivamente una mayor equidad territorial,
puesto que en las ciudades medianas, pequeñas y el área rural es donde se ha
registrado una mayor movilidad ascendente (algo que ya habíamos comentado en un
post
anterior). A pesar del panorama alentador que muestran hasta aquí los
resultados, el cuadro también revela que también ha aumentado la movilidad ascendente
para quienes estudiaron en una escuela privada, donde se muestra la mayor
movilidad ascendente de la tabla (54%); al mismo tiempo, en el período
descendió la tasas de movilidad ascendente para quienes estudiaron en escuelas
públicas.
La
descripción de estos resultados resulta insuficiente sin una prueba estadística
que permita conocer si la influencia de estas variables sobre el logro
educativo (nivel educativo de los padres, tamaño del centro poblado, sexo y
tipo de plantel) ha cambiado en el período estudiado. Para ello se recurrió a
una regresión logística, tomando como variable dependiente el acceso a la
educación superior y utilizando como variables independientes todas las que
acabamos de listar. Este análisis muestra que, efectivamente, la única variable
que aumenta su influencia es el haber estudiado en una escuela privada (por el
contrario, el nivel educativo de los padres perdió importancia en el período),
lo cual nos plantea serias preguntas sobre si realmente hay ahora mayor equidad
en el acceso a la enseñanza.
Sobre estos
temas discurre mi ponencia en el XVII Congreso de Sociología de la Educación
que comienza hoy en Bilbao. Los invito a visitar el programa de las sesiones
virtuales aquí.
Hola:
ResponderEliminarVi con detenimiento el video que enviaste a la conferencia, además de leer esta entrada.
De lo que dices creo que hay dos hipótesis que se me ocurren:
1. Dado que la condicidión entre privado y público pareciera estar definiendo las desigualdades, y además sé, por experiencia de campo, que las escuelas privadas son tan ineficientes como las públicas (mosca con el prejuicio de que todas las escuelas privadas son como las escuelas privadas de prestigio ' v.g. San Ignacio, La Salle, etc.), creo que lo que está explicando las desigualdades es la condición inicial de la familia. En otras palabras, la escuela no pareciera estar jugando algún papel significativo en el cierre de la brecha de desigualdades. Creo que habría que hacer un estudio a lo interno de cada población estudiada, y tal vez de ello saldría que en una escuela privada las desigualdades son similares por nivel socioeducativo familiar. En otras palabras, las desigualdades socioeducativas nada tienen que ver con la exposición del sujeto a la vida escolar.
2. Las políticas educativas de universalización, por ejemplo, tienen una utilidad marginal menor en las zonas urbanas, que en pequeñas ciudades, por tanto su efecto en el cierre de las brechas es menor. En otras palabras, el problema no es del gobierno, sino de una condición de asincronía estructural en la relación entre el sistema escolar y la sociedad en general.
Comentario sobre el objetivo: Creo que tienes un sesgo de interlocución, porque creo que te estas dirigiendo a un auditorio que quiere escuchar demostraciones de que el gobierno lo hizo mal del todo, y no estoy tan seguro de ello. Ese sesgo de interlocución no te permite ver que hay un problema estructural en la relación entre el sistema escolar y el ritmo que impone la diversidad de dinámicas sociales que coexisten en cada escuela, comunidad, etc. En otras palabras, creo que el gobierno hizo lo que necesitaba hacer en una primera etapa (1999 - 2005), es decir, restablecer los mínimos de inclusión que el sistema escolar en Venezuela tradicionalmente tuvo y había perdido durante los años 90. Pienso que de no haber actuado así tus cifras serían peores.
No obstante la clase dirigente no comprendió el desafío educativo al que se enfrentaba la sociedad venezolana en general, dada su diversidad, dado el origen de las desigualdades para generar políticas más orientadas a la equidad.
Cualquier gobierno hubiese tenido el mismo problema. Soy un convencido que los sistemas escolares en América Latina están caducos, y perdieron la función de integración social que los originó.
Los mismos síntomas pero con otros indicadores se pueden observar en Nicaragua y en Colombia, datos que conozco por investigaciones que estoy en este momento asesorando sobre desigualdades educativas.
Un abrazo! Y que siga la discusión!
Saludos!
Blas
B
Tienes toda la razón, esa presentación tiene un sesgo: estaba pensada para el público español de la conferencia y suele suceder en esos espacios que uno encuentre apologistas del chavismo con pocos datos de la sociedad venezolana.
ResponderEliminarPuede ser cierto que la escuela cada vez sirva menos como vehículo de integración, también puede ser que sean otras las variables que están explicando las diferencias; porque aun cuando no tengo información socio económica de las familias en la niñez de los entrevistados, el nivel de instrucción de los padres podría ser una buena proxy, pero su influencia es menor a medida que pasa el tiempo.
Lo que no escribí en el post ni está en el video es que las variables del modelo predicen bastante bien quién no irá a la universidad, pero no quién sí lo hará. Es decir, la literatura previa y el modelo dan cuenta de lo que influye en la estabilidad, pero no de lo que explica el ascenso. Esa es ahora mismo la pregunta que me da vueltas. Un abrazo y gracias por comentar!