jueves, 9 de octubre de 2014

Un abuelo que es preso político

El abuelo con su nieto mayor


Todo empezó la noche del sábado 26 de abril. Habíamos ido al cine con los niños y pocos minutos después de habernos separado, mi mamá me llama por teléfono para avisarme que llegó a su casa el SEBIN con una orden de detención para mi papá y el inmueble está tomado por los funcionarios, a la espera de una orden de allanamiento. Así, sin más pruebas e investigaciones, sin presunción de inocencia, solo por el testimonio anónimo de un patriota cooperante, un señor de 63 años, su esposa, hijas y nietos hemos cambiado radicalmente nuestras vidas.