Partamos de una premisa que ya
presentaba Chuo Torrealba en la radio esta mañana: salvo muy pocas familias que
pueden rastrear su abolengo hasta la Colonia, el resto de los venezolanos somos
descendientes de los antes llamados pata
en el suelo. Incluso quienes tienen padres o abuelos que vinieron de
Europa, esos que pasaron trabajo cruzando el Atlántico a mediados del siglo XX
lo hicieron, en su mayoría, porque en sus pueblos natales eran pobres de
solemnidad.