En una entrada
anterior, presenté la movilidad educativa que registran las encuestas del
Proyecto Pobreza del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la
UCAB. Allí concluía que a pesar del aumento sostenido del nivel educativo de la
población venezolana era difícil pensar que hubo ganancias en equidad por la
creciente importancia de la educación privada como estrategia para aumentar el
nivel educativo de los hijos. Sin
embargo, otra dimensión importante de la desigualdad en el acceso a la
educación tiene que ver con la distribución espacial de las oportunidades, a lo
que dedico esta nueva entrada. Como podemos ver en el gráfico, entre los dos
años considerados ha crecido la población con educación superior en todos los
niveles de urbanización. Sin embargo, estas ganancias no han sido iguales en
nuestro territorio: mientras la población con educación superior aumentó 10
puntos en promedio, el incremento en Caracas y las grandes ciudades fue de 8 puntos, mientras que en las ciudades
intermedias y pequeñas alcanzó 12 y 14 puntos, respectivamente y en las
localidades de menos de diez mil habitantes, la población con educación superior
creció solo 7 puntos. El panorama educativo, por tanto ha cambiado, puesto que
las ciudades intermedias y pequeñas se han acercado a los valores de las
ciudades más importantes del país. Pero, ¿cómo entender la dimensión espacial
de la estratificación?