martes, 10 de febrero de 2015

¿Cuál es la situación social de Venezuela en el contexto latinoamericano? (2/2)


La semana pasada comentábamos los resultados sobre pobreza de ingresos que presenta el Panorama Social de América Latina 2014. Allí, los resultados sociales eran desfavorables para Venezuela por ser el único país de la región en el que aumentó la incidencia de pobreza entre 2012 y 2013. Sin embargo, una medición de la situación social  basada exclusivamente en el ingreso tiene limitaciones y solo muestra una parte del problema (en este post discuto las ventajas y desventajas de los métodos de medición utilizados en el país). Por ello resulta un importante acierto que en este informe se haya incluido también una medición multidimensional de la pobreza para los países latinoamericanos. Y en ese índice la situación de Venezuela es distinta

El índice multidimensional de pobreza (IPM) es una metodología de medición elaborada por Oxford Poverty and Human Development Initiative (OPHI) que se propone, en contraposición a los métodos basados en el ingreso usualmente utilizados por los organismos multilaterales,  crear un indicador que no solo permita una identificación más precisa de la población en situación de pobreza, sino que además posibilite el diseño de políticas públicas basadas en la magnitud y tipo de carencias que enfrenta la población de cada país.
Varios países de América Latina han adaptado el IPM y este indicador empieza a formar parte de las mediciones oficiales de pobreza, junto con las más tradicionales como la Línea de Pobreza. Si bien en Venezuela se han realizado investigaciones que intentan adaptar este método, aun este no forma parte de las mediciones oficiales que periódicamente calcula el Instituto Nacional de Estadística.
El IPM que calcula CEPAL en el Panorama Social 2014 incluye las siguientes dimensiones: 1- vivienda; 2- servicios básicos (agua potable, saneamiento y energía); 3- estándar de vida (ingreso y patrimonio del hogar); 4- educación (no asistencia escolar de niños y jóvenes, rezago educativo de niños y jóvenes, instrucción alcanzada por los mayores de 20 años); y 5- protección social (hogares en los que ningún miembro tiene seguro de salud, ni contribuye a un sistema de previsión social ni recibe ingreso por pensiones o jubilaciones). La medición propuesta incluye más dimensiones y criterios más exigentes que el tradicional método Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y para catalogar a un hogar como pobre multidimensional debe tener carencias en 25% de los indicadores considerados.
En el período 2005-2012 el IPM de Venezuela muestra un descenso, de 32% a 19% de la población y este resultado es cónsono con lo observado en otros países de la región: quienes parten de una mejor situación, son los que presentan un mayor descenso en el período estudiado. ¿Este resultado es compatible con otros hallazgos sobre la situación social del país? Las estadísticas del INE sobre NBI muestran la misma tendencia descendente entre 2005 y 2012 que se explica por una mejoría tanto en el acceso a la educación de la población en edad escolar, como en las condiciones de las viviendas y la dependencia económica. Para explicar esta coyuntura es preciso recordar que el año considerado (2012) fue el escenario de una elección presidencial en el marco de una bonanza petrolera lo que permitió un alto gasto público que redundó positivamente en las condiciones de vida de la población.

Al observar cuáles de los indicadores utilizados en el IPM son los que más contribuyen en la pobreza registrada en el país, se constata que la variable que más impacta es el ingreso, seguida del bajo logro educativo. Ello confirma que hay unos logros en materia de infraestructura y acceso a servicios que la población venezolana ha acumulado a lo largo de las profundas transformaciones que ha vivido el país en los últimos 50-60 años; sin embargo, los problemas de capacitación y el poco acceso a empleos bien remunerados siguen siendo barreras que enfrenta la población más vulnerable para mejorar sus condiciones de vida.
Por último, ¿esta mejoría en el IPM contradice los resultados desfavorables que refleja la medición de pobreza según el ingreso? Definitivamente, no. Y no solo porque este último índice incluye otros elementos en la medición, sino sobre todo porque este cálculo está basado en datos de 2012 y, por tanto, no puede recoger el incremento de la pobreza de ingresos entre 2012 y 2013. 

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