Alex vive en
Turgua, hijo único de herrero y ama de casa. Poco a poco arreglaron la casa,
pero en Turgua no hay tubería de aguas servidas. Alex estudió y terminó
bachillerato, pero durante el paro 2002-2003, su novia quedó embarazada. Se
casaron y tuvieron su bebé en la casa paterna. Con esfuerzo, Alex logró
trabajar y seguir estudiando; está graduado de TSU en Informática, pero no ha conseguido
un trabajo estable. ¿La familia de Alex es pobre? Depende de qué entendamos por
pobreza.
Cuando usamos ese
concepto en la vida cotidiana tenemos claro su significado: desde nuestra
posición, consideramos pobre a alguien que tiene menos recursos, que reside en
una vivienda precaria, que no estudió. Incluso, son frecuentes los prejuicios sobre
cómo se ven, cómo son los pobres. Sin embargo, cuando estudiamos esta realidad científicamente,
no podemos contentarnos con generalidades, ni permitir que los prejuicios
determinen la forma en que la pobreza va a ser medida. Este concepto es demasiado
importante porque permite evaluar los resultados de las políticas públicas, conocer
el avance de un país en el tiempo y con respecto a la comunidad internacional. Y
aunque parece una idea clara, existe en la actualidad un intenso debate sobre
cómo debe medirse.
Desde los años setenta
en América Latina se han producido diversas estrategias orientadas a medir la
incidencia de la pobreza. El método más conocido es la Línea de Pobreza, que
consiste en comparar el ingreso de los hogares con la estimación de una canasta
de consumo de alimentos: si el ingreso está por debajo de este umbral, el hogar
es pobre extremo; si el ingreso es menor a 2 canastas alimentarias, el hogar es
pobre. Esta metodología, aunque extendida, cuenta con debilidades: el ingreso
no mide de forma directa la satisfacción de las
necesidades, puede haber inexactitud en su declaración, entre otros. Por
ello, el método Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) se orienta a la
medición directa de las carencias de los hogares en educación, hacinamiento, tipo
de vivienda, servicios de saneamiento y dependencia económica. Cuando un hogar
carece de una de estas necesidades se considera pobre, si carece de dos o más,
es pobre extremo. Ambas metodologías son calculadas actualmente en Venezuela,
aunque Línea de Pobreza es la que acapara los titulares.
Para determinar
si la familia de Alex es pobre, línea de pobreza nos mostrará cambios: el
ingreso familiar aumenta en épocas de crecimiento económico; un herrero recibe
más encargos y Alex encuentra trabajo. En esos momentos, el hogar no es pobre
según ingreso, pero ocurre lo contrario en períodos de recesión. Línea de
pobreza es un método muy sensible a las variaciones de la actividad económica y
el empleo, por ello se considera que mide pobreza coyuntural. Al usar el método
NBI encontraremos que la familia siempre es pobre porque la vivienda no cuenta
con servicio de aguas negras. Hay aspectos de la condición de la vivienda que
no mejoran con el incremento del ingreso y eso es lo que muestra este
indicador.
Ambos métodos se
centran en las necesidades del hogar y no en las capacidades de sus miembros
para generar su bienestar. Actualmente hay intentos de basar las mediciones de pobreza en la teoría de Amartya
Sen: medir capacidades, no necesidades. Por ello la creación de nuevos índices
multidimensionales de pobreza que se han ensayado en diversos países del mundo
y en algunos comienza a utilizarse como indicador oficial.
La discusión hoy
se centra en cómo establecer las dimensiones a incluir en estos índices y
cuáles deberían ser los umbrales para identificar las carencias de los hogares.
El consenso parece apuntar a que ambos elementos se definan en función de las
legislaciones nacionales y lo que se establece en ellas como derechos. Así, las
mediciones de pobreza dejarían de ser
una convención de los expertos, para reflejar cuán lejos nos encontramos de aquello
que la sociedad considera bienestar.
Para familias
como la de Alex, indicadores que permitan conocer la cantidad de hogares pobres
y también el tipo de sus carencias, favorece políticas públicas con mayor
impacto sobre las condiciones de vida. Aunque en Venezuela ha
habido ejercicios con índices multidimensionales, esta discusión aún no llega a
nuestros datos oficiales. Es una tarea pendiente.
La línea de pobreza parte del principio errado de que la calidad de vida es un bien que puede comprarse, hay todo un conjunto de intangibles que el ingreso no compra y que inciden directamente en la calidad de vida de las personas, asimismo no mide la severidad de la pobreza porque mete en el mismo paquete de no pobres al que se aleja 100 veces por encima de la linea de quiebre y al que de vainita la logra pasar,bueno solo un comentario, saludos mi dilecta tutora
ResponderEliminarLuis Francisco Cabezas
Todas las mediciones reflejan solo una parte del fenómeno, son necesariamente incompletas. El problema es cuando tomamos solo una de ellas para evaluar la situación social, sin considerar toda su complejidad. Saludos y muchas gracias por leer!
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