El debate de en los
diversos medios y los pronósticos económicos nos muestran un panorama sombrío:
la inflación alcanzará este año un valor cercano a 70% y muy probablemente llegará
las 3 cifras durante el 2015. La difícil situación económica se hace patente
día a día, no solo por los altos precios que afrontamos, también por la
insistente escasez. Aun cuando no contamos con cifras oficiales desde hace ya
varios meses, la ausencia de productos de primera necesidad se evidencia con
las omnipresentes colas para adquirirlos.
Y esta difícil situación
económica no es solo un asunto de ahorrar más y gastar menos, o de priorizar
para evitar gastos superfluos. La crisis
actual tiene consecuencias irreversibles, sobre todo para la población más
pobre y los más vulnerables por su edad o su situación de salud. El caso más
evidente y el que más reacciones públicas genera, es la dificultad de acceder a
tratamiento médico para pacientes con enfermedades graves o crónicas: ¿sabremos
cuántas personas han muerto, cuántos años potenciales de vida el país ha
perdido por la escasez de medicamentos?
Millones de madres
hacen cola a diario para comprar leche, harina de maíz o pollo. No sabemos
cuántas de ellas logran adquirir lo suficiente para alimentar a su familia. Aunque
esto sea menos discutido, la desnutrición, sobre todo en embarazadas y niños también tiene consecuencias irreversibles: niños peor nutridos aprenderán con más
dificultad y eso afectará en el futuro sus posibilidades de empleo e ingresos. Aunque no hay disponible información actualizada sobre nutrición, la encuesta de consumo de
alimentos que publica el INE en su página web muestra una caída entre el 1°
semestre de 2012 y el 2° semestre de 2013 del consumo aparente en varios rubros
básicos de la dieta: harina de maíz pasó de 80 gr/persona/día a 59gr.; pollo de
84gr. a 74gr.; y leche en polvo de 17gr. a 11 gr. Las disminuciones son de
26,25%, 11,2% y 35,2%, respectivamente. Pero estos datos no reflejan el efecto
de la inflación y escasez de 2014, la caída del consumo será este año aun
mayor.
Si no hay acciones prontas
y efectivas, esta crisis generará efectos sobre la sociedad venezolana que nos
acompañarán los próximos 20 o 30 años. ¿Qué estamos esperando para hacer algo?
(*) Publicado hoy en la columna "Acuerdo Social" de Últimas Noticias.
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